Capítulo once.

(Besos )

(Narra Harry) 

Cómo dije, Inglaterra ganó y ahora Andrea me debía la parte de nuestra apuesta. 

-Ya quisieras tú, Styles, ya quisieras tú - dijo ella.

-¿Ah? ¿A si que no quieres cumplir tu apuesta, eh? Chicos, creo que tenemos una perdedora.

-¿Cómo dijiste? - preguntó.

-Lo que oíste, guapa - le guiñé un ojo.

-Así que perdedora, eh.. - me dijo sonriendo.

-Ajá - asentí.

-Ven un momentín - dijo yendo hacía la cocina.

-Voy - la seguí.

-Uuuhh... a saber que pasará ahí dentro - dijo Louis.

-Cállate - le dije.

Me fui a la cocina y allí estaba ella esperándome.

(Narra Andrea)

Lo que me faltaba.. Ahora tendría que besar a Harry. Me fui a la cocina, y detrás vino él.

-Mmm.. ¿Así que no eres una perdedora, eh? - preguntó.
-(lo fulminé con la mirada) ¿Y ahora te tengo que besar? - pregunté.
-Sí - dijo orgulloso - Pero si te mueres por besarme.
-¿Yo? ¿Morirme por besarte? Anda, no sueñes, Styles.
-¿A no? - se fue acercando más a mi. Yo retrocedía hacía atrás, pero no pude retroceder más por que choqué contra la pared. Se apoyó con un brazo en la pared y con la otra me quitó un mechón de la cara.
-¿Así es como seduces a todas? - le dije risueña.
-No - sonrío pícaramente.
-Yo creo que sí, pero conmigo no funcionará - Intenté escaparme de él, pero no pude. Me cogió de la cintura y me pegó más a él. 
-¿Pensabas escaparte? 
-E-em.. No - dije nerviosa.


Lo miré a los ojos. Los suyos estaban clavados en los míos, mirándome intensivamente. Ninguno de los dos nos movíamos, era como si estuviéramos congelados en el tiempo, sólo él y yo. Era como si hubiera una conexión entre nosotros, que impedía separarnos. Vi como sus ojos se desviaron a mis labios, y luego nuevamente a mis ojos, así repetitivas veces. Despacio, lentamente, comenzó a acercarse. Mi corazón latía a mil por hora. Y también podía sentir el suyo; estaba igual. Ya casi sus labios rozaban con los míos, nuestras respiraciones se mezclan, y se convierten en una. Finalmente, acortó los centímetros que quedaban, sus labios tocaron los míos, tan suaves y cálidos como me los imaginaba. Al principio, me quedé en shock, pero finalmente le correspondí el beso. Estuvimos así unos minutos, hasta que nuestros pulmones nos pedían aire. Nos separamos unos centímetros y el me sonrío un poco agitado. Yo le correspondí el gesto.

-¡EH, VOSOTROS! - gritó Zayn.
-Vamos - le dije mientras me separaba de él y caminaba hacía la puerta de la cocina. El me siguió y entramos al salón, dónde todos nos miraban curiosos.
-¿Qué? - preguntó Harry - no hemos echo nada.
-Ya, claro - dijo sarcástica Ash. Yo me limité a mirarla con cara de pocos amigos.
-No a pasado nada y punto - dije mientras me sentaba al lado de Niall.
-Bueeno, ¿pedimos pizza? - preguntó el hambriento Niall. Todos asentimos - ¿Quién llama? 
-Tú - dijo Louis.
-¿Yo por qué? - se quejó.
-Por que eres tú el que quiere comer - dijo Cris.
-Ya, claro.. Sois unos vagos.
-Anda, pasarme el teléfono y ya llamo yo - dijo Liam.
-Cómo te amo, Liam - dijo Niall. Todos reímos.
-Ya claro, solo me amas por eso? Me decepcionas, duende - se hizo el triste.
-No te amo sólo por eso, te amo por que no se que haría sin ti - dramatizó Niall. Todos estallamos a risas.
-Bueno, venga, llamad que yo también tengo hambre - dijo Andrea M. 

Liam llamó y pidió las pizzas que queríamos. Al cabo de 15 minutos las pizzas ya estaban aquí y nos sentamos a comer. La cenamos entre risas y los chistes malos de Niall. Nunca me divertí tanto cenando, de verdad que estos chicos me han cambiado la vida. Son increíbles. Luego de cenar vimos una película y cuándo se terminó ya era tarde y los chicos se tenían que ir por que mañana tenían una entrevista. Nos despedimos y nos fuimos a nuestras respectivas habitaciones. Subí a mi habitación y cerré la puerta. Me puse el pijama y me tiré a la cama. Intenté dormir pero no pude dormirme, no paraba de pensar en el beso de Harry. Al final, acabé cayendo en los brazos de morfeo. 

-------AL DÍA SIGUIENTE-------

(Narra Andrea M)

El pitido del móvil me despertó. ¿Quien puede ser a estas horas? El móvil seguía sonando. Bufé y alargué el brazo hasta la mesita, tocando por todas partes hasta tocar el móvil. Sin abrir los ojos le doy al botón verde.

*CONVERSACIÓN*

-HOOLA! - gritó alguien contento.
-Hola - dije aún medio dormida.
-¿Pero aún estabas durmiendo? - preguntó Louis. Al fin, le reconocí la voz.
-Sí, sabes, ¿no es muy temprano cómo para llamarme? - le dije.
-¿Cómo que temprano? Son las once y media, hora para levantarse.
-¿Ya son las once y media? - pregunté levantándome de la cama de un salto.
-Si, hay que ver las españolas cómo dormís, eh - dijo riendo.
-Ja, ja, que gracioso.
-Que mal despertar tienen algunas - murmuró.
-Te he oído, sabes? - le dije frunciendo el ceño.
-Em, esto, perdón - se disculpó - Bueno, que te llamaba por si querías ir a desayunar.
-Claro - le dije sonriendo. 
-Vale, pues en media hora, te paso a buscar, vale? 
-Vale, adiós.
-Hasta luego - cortó.

*FIN CONVERSACIÓN*

Me levanté de la cama,-ya que estaba sentada-, y me dirigí al baño. Entré a la ducha, y al salir me lavé los dientes. Luego, salí del baño y me dirigí al armario para ver que ponerme. Al final decidí por ponerme esto : 

Me hice una coleta alta, con algunos mechones sueltos y bajé al salón. Allí estaban las demás haciendo zapping. 

-Uh, que guapa te has puesto, ¿no? - preguntó Cris. Todas se giraron.
-Me voy con Louis a desayunar. 
-Con que Louis, eh - dijo Shei con una sonrisa pícara.
-Si, Louis - puse los ojos en blanco. En ese momento el timbre sonó - Bueno, adiós.
-Adiós, que te lo pases bien - dijo Ash.
-Y cuidadito, eh -dijo Andrea F.
-Si, si, venga adiós - Cerré la puerta riendo. 

Bajé al portal y allí estaba Louis jugando con su móvil. Se giró al notar mi presencia y me sonrío.

-Hola - dijo sonriente.
-Hola - lo imité. 
-¿Vamos? - preguntó.
-Claro - Salimos y comenzamos a caminar por las calles de Londres - ¿A dónde vamos? 
-A Starbucks, si quieres - me respondió.
-Vale.
-Am, por cierto - se giró para mirarme - Estás muy guapa.
-(me sonrojé) Gracias, tu también - le dije. 
-(río) Gracias.

Durante el camino Louis comenzó ha hacer tonterías y yo le acompañé. La gente se nos quedaba mirando diciendo, "¿estos están locos?", pero nos nos importaba. Seguimos haciendo el tonto, hasta llegar a Starbucks. Entramos y pedimos nuestro desayuno. Nos sentamos y comenzamos a hablar de cosas sin sentido. El camarero nos trajo el desayuno y comenzamos a desayunar. Al terminar, iba a pagar lo mio pero Louis no me dejó. Al principio me negaba, pero al final me rendí y le dejé a él que me lo pagara. Que caballeroso. Salimos de Starbucks y  luego de unos minutos, los cuales transcurrieron llenos de bromas y risas, llegamos al parque. Nos sentamos en el césped, bajo la sombra de un gigante árbol. Apoyé la espalda en el tronco de este.

-¿Cansada? - me preguntó burlón.
-Cállate, que me dijiste que solo era caminar un poquito.
-Vamos, que tampoco ha sido para tanto.
-Louis, no te banco - le dije seria.
-Yo sé que sí.
-Pues sabes mal - me crucé de brazos y miré hacia otrso lado.
-Vamos.. no te enojes - no le conteste - por favor - dijo entre risas.
-¿Así es cómo te disculpas : riéndote? - dije molesta.
-Ya, enserio sólo fue una broma, por favor perdón - dijo serio - ¿Me perdonas?
-Está bien - Antes de que pudiera ocurrir algo, me paré energicamente y caminé unos pasos lejos de él - Te ves lindo cuando estás arrepentido - le dije riéndome. Se rió y comenzó a correr hacía mi. Yo también comencé a correr, pero él era más rápido que yo por lo que estaba a punto de alcanzarme.
-¡Boba, me lo creí! - me gritaba mientras me perseguía.
-(reí) Jodete por hacerme caminar tanto - me burlé. Ya estaba a medio metro de mi.
-(me abrazó por detrás, aprisionándome en sus brazos) Listo, te atrapé - me susurró al oído, lo que hizo que me estremeciera.

Me giré y nuestros rostros estaban a centímetros, el uno del otro. Nos mirábamos a los ojos. El cada vez se acercaba más a mi y me ponía nerviosa. No sabía que hacer, él aún seguía con sus manos en mi cintura. Lentamente, acerco sus labios a los míos, fundiéndolos en un dulce beso. Deposité mis manos en su cuello, para darle mayor profundidad. Sin pedir permiso, su lengua entró en mi cavidad bucal, comenzando una guerra entre ambos miembros. Nos separamos jadeantes, ya que nuestros pulmones requerían oxígeno. Quedamos a centímetros uno de otro, mirándonos fijamente mientras recuperábamos el aire. Analicé su mirada : transmitía confianza y dulzura. Esbozó una sonrisa, a la cual le correspondí con otra.

-Sabes.. - hizo una pausa - tenía muchas ganas de hacer eso - me susurró con su fresco aliento en mis labios. Sonreí.

Nos separamos y me sonrojé, no se por qué la verdad. Después de esto, volvimos a ser los mismos. Volvimos a casa y los demás, incluyendo a los chicos, estaban en casa.